El propio Mayer le explicó lo sucedido al Diario Argentino LA NACION: "Tomé una de esas bengalas que tiran luces, la agarré con mi mano derecha (N. de la R.: su mano más hábil) y se me prendió fuego la mano entera. No sé qué pasó. Me quise apagar el fuego con la remera. Sentí un ardor increíble. Tuve que irme corriendo al hospital, donde no había gente prácticamente y me atendieron rápido, así que pude volver a mi casa antes de que llegara el Año Nuevo. Pero estuve muy dolorido, ahora estoy un poco mejor. La quemadura fue en la palma y en algunos dedos. Los médicos me sacaron dos jeringas de líquido que tenía en las ampollas, casi que no podía comer del dolor. Fue un susto muy grande el que sufrí, la verdad. Ya había tirado otras veces esas mismas bengalas y no me parecían peligrosas".
El Yacaré Mayer explicó que está en pleno tratamiento: "Me estoy poniendo dos cremas distintas en la mano y dos veces por día tengo que limpiar la herida. Ahora todo dependerá de mi cuerpo, de cómo se vaya cicatrizando. No puedo entrenarme haciendo tenis, lógicamente, porque no puedo agarrar la raqueta. Pero estoy haciendo todo lo que puedo: gimnasio, pileta, correr. Pero tampoco puedo hacer demasiado para que no se me hinche la mano. Estoy convencido de que voy a llegar a Australia, estoy haciendo todo lo posible para lograrlo".
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