Leonardo Mayer, el último jugador argentino en caer en Roland Garros, aseguró que quiere convertirse en uno de los diez mejores del mundo y lamentó que un error arbitral y su posterior reacción pateando la raqueta le costaran una sanción que le dio un set a su rival, el croata Marin Cilic.
"Juego para estar entre los diez (mejores jugadores del mundo) y menos. Uno, cuando apunta, va muy alto porque siempre llegas más abajo. Es matemático", aseguró Mayer, aludiendo a la lógica descrita en "El príncipe" de Nicolás Maquiavelo.
Relajado y contento por haber alcanzado la tercera ronda de un Grand Slam por primera vez en su carrera, una vez depurada la "amargura" de la derrota, el tenista bromeó y aseguró que "hay que apuntar al cero para conseguir llegar al número uno".
El tenista, que tras regalar una bola fácil a Cilic lanzó la raqueta al suelo, la pateó y accidentalmente golpeó a una juez de línea, reconoció que se equivocó.
"Yo me equivoqué ahí pero el árbitro se equivoca antes así que uno a uno estamos", señaló el de Corrientes, que en el momento del incidente de la raqueta ya tenía un aviso por haber protestado una bola.
"Era un punto y justo el punto era el set. Así que era como si yo le hubiese regalado un set a Cilic. Toma, un set gratis", dijo Mayer, quien agregó que "después uno ya no piensa más, lucha y sigue jugando".
Si vuelve a pasar, "regalaré otro set. No queda otra, es lo que hay. Si lo regalas, lo levantas después. Pero ya pasó, ya me olvidé y ni lo pensé más", sentenció el tenista, clasificado en el puesto 57 del ránking de la ATP.
"Los grandes no lo hacen y uno va a ir aprendiendo" dijo Mayer, que aseguró que, a pesar del incidente de hoy, está mejorando el aspecto mental del juego.
El argentino reconoció la supremacía del juego del croata, décimo favorito del torneo y explicó que de fondo no podía hacer nada pero que tuvo la suerte de que hoy le funcionó bien el saque que, junto con la derecha, son sus mejores golpes.
"No jugué mal. El juega muy bien. Es lo que hay", relató el de Corrientes, quien aseguró que las sensaciones con las que se va de Roland Garros "son buenas"
"Me voy contento", concluyó.
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